jueves, 12 de noviembre de 2015

The wrong man (El hombre equivocado, Falso culpable) - 1957

Argumento: Manny Balestrero (Henry Fonda), un padre de familia de clase trabajadora, es acusado de una serie de robos violentos que no cometió. A medida que avanza el proceso en su contra, la culpa obsesiona a su esposa Rose (Vera Miles) hasta llevarla a la internación en un sanatorio.-
 
The wrong man no recibió muchos elogios de parte de Mr. Hitchcock y de M. Truffaut en su célebre entrevista: éste último insistió en señalar sus defectos y el director no demostró suficiente energía para contradecirlo y terminó por concluir que el film era “un mal Hitchcock”. Sin embargo, creo que pese a algunos problemas que la película sí tiene, es una buena representante del universo hitchcockiano y sobre todo es muy interesante en términos estéticos.-
 
El mismísimo comienzo de la película es inusual: toda vez que  The wrong man cuenta una historia de la vida real, el director decidió no hacer su típico cameo y en su lugar aparece dando una suerte de prólogo desde la penumbra de un escenario vacío. A continuación un texto impreso en pantalla nos ubica en el tiempo (14 de enero de 1953) y recién después aparece el logo del estudio. Todo ello contribuye a la atmósfera documental de la película y el desarrollo de la historia tal como fue filmada aumenta esta sensación al mismo tiempo que la contradice. La elección de escenarios reales (combinados con recreaciones en estudio), el estilo poco glamoroso de los actores, la incorporación de personajes secundarios muy auténticos a la manera de los primeros films del director (según Mr. Hitchcock, algunos de ellos fueron representados por los verdaderos protagonistas de la historia) y la fotografía de la película son elementos que aportan al carácter testimonial de The wrong man. Sin embargo, se trata de una película de Mr. Hitchcock y por lo tanto resulta indudable que detrás de cámara hay un director y uno particularmente hábil en la técnica de contar historias a través de las imágenes.-

Ello es evidente en especial en dos aspectos. El primero es que, como ya mencioné en otras entradas de este blog, los personajes de Mr. Hitchcock no solo reaccionan y actúan sino que también piensan. La dirección de los actores y un montaje eficaz nos permiten ingresar en la mente de los personajes y conocerlos mejor de lo que el diálogo podría exponer. En este sentido se destacan dos escenas: una es aquella en la que Manny vuelve a casa en subterráneo y hojea el periódico, en ella sus reacciones frente a los distintos avisos publicitarios son más que elocuentes  acerca de sus problemas financieros y sus aspiraciones familiares; la segunda escena es la entrevista en la oficina del Sr. O’Connor (Anthony Quayle), el abogado de Manny, en la cual este último descubre el preocupante cambio producido en el estado de ánimo de Rose, sin hacer ninguna mención al respecto hasta el final de la escena.-

El segundo aspecto que denota la presencia de un gran director a cargo es un complejo y maravilloso uso del punto de vista para contar la historia. Las primeras escenas de la película no llaman demasiado la atención en cuanto a ello, aquí el punto de vista es objetivo y no pertenece a ningún personaje en particular. En la escena en la que Manny va a la oficina de seguros para solicitar un préstamo, el punto de vista se transforma en el de las empleadas que denuncian al protagonista por los robos sufridos en el pasado. Por eso todo lo que Manny hace en esta escena nos resulta sospechoso y amenazante incluso cuando, como espectadores, sabemos perfectamente el motivo por el cual él está allí y este cambio produce el efecto de humanizar a las empleadas en lugar de condenarlas por las terribles consecuencias de su error: no son más que un puñado de personas atemorizadas por una experiencia traumática y que reaccionan de la misma manera que cualquiera, no tienen malas intenciones. A partir de esta escena y a lo largo del resto de la película, el punto de vista será el de Manny y es aquí en donde el director se revela como un verdadero maestro: Mr. Hitchcock utiliza una suerte de punto de vista “subjetivo - objetivo” que ya había presentado en The Paradine case (El proceso Paradine, Agonía de amor) comentada en este blog y que consiste en adoptar la subjetividad de Manny al mismo tiempo que lo muestra en cámara. De esta forma, somos Manny y a la vez lo vemos, casi como si la pantalla estuviera oficiando de espejo. El ejemplo más notorio de ello es la escena en la cual Manny se desvanece en su noche en prisión, con la cámara enfocada en un primer plano de Fonda mientras gira cada vez más rápido frente a él.  Pero hay otros momentos en los cuales se produce esta identificación a partir del desdoblamiento del punto de vista, como aquellos en los que seguimos a Manny cuando ingresa a su casa (y la cámara “atraviesa” la puerta como ya había hecho en Stage fright - Pánico en la escena, Desesperación) o a su celda en la prisión (en donde la cámara avanza y luego retrocede ¡por una rendija!). Cuando no está innovando como en las escenas descritas, Mr. Hitchcock utiliza el punto de vista con fines narrativos: en su trayecto a la corte, Manny es esposado junto a otro detenido, subido a un camión de traslado e ingresado en la sala de audiencias. Durante toda esta secuencia solo vemos pies, manos y otros detalles en los que el protagonista se concentra porque siente demasiada vergüenza como para mantenerse erguido. En ningún momento expresa este sentimiento, pero ¿qué necesidad habría? Las imágenes lo dicen por él.-
 
Otro de los aspectos típicamente hitchcockianos de esta película es, por supuesto, el tema del falso culpable. The wrong man es la representación más literal y desgarradora del tema que puebla como ningún otro  la filmografía de Mr. Hitchcock desde 1926 en adelante. Pero aquí (con las inevitables referencias a “El proceso” de Kafka) lo hace en dos niveles: Manny no es el único que padece un proceso injusto, Rose también enfrenta una acusación igualmente dolorosa y con consecuencias más dramáticas. La culpa de haber causado la inestabilidad financiera de la familia (y con ello la necesidad de Manny de presentarse en la compañía de seguros), y un atisbo de sospecha sobre la conducta de su esposo la trastornan. Dado que la película termina antes de su recuperación (una leyenda final indica que Rose permaneció internada durante dos años), The wrong man deja un sabor muy amargo.-
 
Entre tantos aciertos, el único problema de la película es su estructura y proviene de la fidelidad del director hacia los hechos reales. La súbita culminación del juicio, debido a un tecnicismo, y la irrupción de la sub-trama psicológica afectan el hilo de los acontecimientos pero para esta altura estamos tan involucrados con Manny y su familia que no creo que la película sufra demasiado por ello. De hecho, todos estos giros acentúan el drama de la familia Balestrero (me refiero a la familia en la ficción, por supuesto. El drama de la familia verdadera es más que lamentable).-

 
 La calidad de esta película reside en gran parte en las interpretaciones de los actores. Henry Fonda fue una excelente elección para el papel de Manny, con su habilidad para representar al “hombre común” con el que el espectador puede identificarse fácilmente. Mantiene, además, durante toda la película una suerte de pasividad, de aceptación de los acontecimientos, que lejos de ser irritante resulta conmovedora. Vera Miles está fantástica en el rol de Rose, representando el cambio que se produce en ella a medida que se sume en la depresión y la culpa en una forma fácilmente comprensible para el público no especializado. Anthony Quayle se pone la piel del abogado con una vulnerabilidad que aumenta la angustia por Manny: él mismo dice que no tiene mucha experiencia en casos penales y eso es lo más temible que podemos imaginar para una situación así. Un coro de actores secundarios completa el elenco: Harold J. Stone y Charles Cooper son el “policía bueno” y el “policía malo” respectivamente, Esther Minciotti es la devota madre de Manny (por cierto, no lo había mencionado antes pero la religión ocupa aquí un rol preponderante, mucho más palpable que en I confess - Mi secreto me condena, Yo confieso - en la cual Montgomery Clift interpreta a un sacerdote) y Doreen Lang y Laurinda Barrett encabezan el grupo de empleadas de la compañía de seguros.-
 
The wrong man fue editada en DVD en Argentina bajo el título “El hombre equivocado” en una presentación doble con Spellbound (Cuéntame tu vida, Recuerda), pero se encuentra agotada. Yo la ví en la edición importada que fue lanzada a la venta individualmente y también como parte integrante de un box set llamado The signature collection. El conjunto se completa con Foreign correspondent (Enviado especial), Mr. and Mrs. Smith (Matrimonio original), Suspicion (Sospecha), Stage fright (Pánico en la escena), Strangers on a train (Pacto siniestro, Extraños en un tren), I confess (Yo confieso, Mi secreto me condena), Dial M for murder (Crimen perfecto, La llamada fatal) y North by Northwest (Con la muerte en los talones, Intriga internacional). La calidad de la imagen y del sonido es excelente, al igual que la de los subtítulos en español. El DVD incluye un documental muy interesante sobre la creación de la película, pero sin subtítulos en español.-